
Desde pequeños, absorbemos creencias sobre la comida que influyen en cómo nos alimentamos. «Terminate todo el plato» o «el postre es una recompensa» son frases que se graban en nuestra mente y moldean nuestra relación con los alimentos.
Estas ideas pueden llevarnos a hábitos poco saludables como comer por ansiedad, asociar ciertos alimentos con el placer o la culpa, y hasta dificultar el proceso de mantener un peso saludable
La buena noticia es que estas creencias no son inamovibles. Así como fueron programadas en nuestra mente, podemos reescribirlas con herramientas de Programación Neurolingüística (PNL) para lograr una relación más sana y consciente con la comida.
¿Cómo estamos programados en relación con la comida?
Las creencias que tenemos sobre la alimentación provienen de distintos lugares:
- La infancia y la familia: lo que nos decían nuestros padres o lo que veíamos en casa.
- La sociedad y la cultura: mitos sobre «comer bien» o dietas extremas.
- Las emociones y experiencias pasadas: comer como refugio ante el estrés, la tristeza o la ansiedad.
Si crecimos con la idea de que «la comida es consuelo«, cada vez que enfrentemos un desafío emocional, recurriremos a ella. Si nos enseñaron que «estar a dieta es sufrir», cualquier intento por mejorar nuestra alimentación se sentirá como una batalla constante.
Reprogramando nuestra mente para una alimentación consciente
A través de la PNL, podemos modificar estos patrones automáticos y adoptar una nueva manera de relacionarnos con la comida. Si quieres que te cuente cómo pídeme más información aquí.
