Todos los días de tu vida pueden ser un nuevo desafío.
 
Para cualquiera que todavía sea «de este lado». 
 
No importa cuándo dinero tengas. Ni si tus amigos son más o menos «influyentes».
 
Tampoco será relevante si te sientes a gusto con tu cuerpo, con tu pareja.
 
Ni tu situación laboral.
 
Por más feliz o triste que estés, cada jornada trae consigo sus propios «menesteres».
 
Y eso significa 2 cosas: Desafíos y Cambios.
 
Y, a la mayoría de las personas ambas cosas nos molestan.
 
Porque nos obligan a salir de nuestra «zona de confort».
 
Sí, sabemos (racionalmente) que los desafíos son parte del crecimiento. De la superación. De perfeccionarnos.
 
Sí, sabemos que los cambios son propios y naturales de la vida en este mundo.
 
Pero saber NO es sinónimo de aceptar. 
 
De hecho, no queremos desafíos. Y, mucho menos, cambios.
 
Tenemos entonces 2 elementos aparentemente CONTRADICTORIOS.
 
Por un lado, una vida que sí o sí te presenta desafíos y cambios.
 
Y «vivientes» que nos negamos a aceptarlos.
 
Qué te parece si aprendemos a cambiar la óptica desde la cual miramos esta escena?
 
Qué te parece si aprendemos, a partir de hoy, a percibir los cambios y desafíos de una forma ABSOLUTAMENTE diferente?
 
Más positiva. Más constructiva. Más realista. Y que permitan vivir mejor, por supuesto.
 
Dicen que el primer paso para curar una enfermedad es que el enfermo reconozca que la tiene.
 
Y, sin llegar a considerar nuestra negación como una «enfermedad», qué te parece si, desde hoy, convertimos esa negación en aceptación?
 
Cómo crees que te enfrentarás a los desafíos y los cambios si RECONOCES QUE SÍ ESTÁN. Que van a acontecer. Que ocurren. Y que NO HAY NADA que puedas hacer para evitarlos.
 
Son como la ley de gravedad o las leyes de la naturaleza misma. No te conviene negarlas, sino entenderlas y actuar según «sus reglas». Y vivirás mejor.
 
El peligro de la «negación» no es meramente intelectual.
 
Intenta desde ahora, cuando la vida te proponga un cambio y desafíos, verlo como una oportunidad.
 
Una chance de superación. De perfeccionarte. De lograr un triunfo.
 
De aprender algo nuevo.
 
Es algo positivo en tu vida. Sí, no es cómodo. Sí, te saca de la «zona de confort». Sí, no te gusta.
 

Pero todo esto no te hará bien, si te quedas con eso. Ese desafío, ese cambio, se convertirán en una «roca» cada vez más pesada. En una pared que, día a día, se irá llenando con «nuevos ladrillos». Y, eventualmente, se hará tan «pesada y alta» que se hará cada vez más difícil de superar.

 
En cambio, lo inteligente sería «afrontar y enfrentar» ese desafío y cambio sin ningún sentimiento negativo.
 

Pero todo esto no te hará bien, si te quedas con eso. Ese desafío, ese cambio, se convertirán en una «roca» cada vez más pesada. En una pared que, día a día, se irá llenando con «nuevos ladrillos». Y, eventualmente, se hará tan «pesada y alta» que se hará cada vez más difícil de superar.

 
[ez_box title=»Y eso es lo que aprendemos a hacer, entre muchas otras cosas, en Libre-Mente.» color=»green»]
  Para que esa negación e incomodidad se conviertan en «combustible de éxito».

Para que la «carga negativa y pesada» que puedes sentir a nivel mental sobre tus «espaldas»  con el cambio, se convierta en algo intrascendente.

Porque, si vas a tener desafíos, y vas a tener que lidiar con ellos…qué crees que mejor? Enfrentarlos con una pesada mochila, o con Combustible de éxito?  

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Cariños!
 
Sofía Conti

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